Cómo conseguir semillas de cebolla

➽ Inflorescencia de cebolla abriéndose.

La cebolla es una planta bianual, es decir, tiene un ciclo de vida de dos años. El primer año crece y almacena energía en el bulbo. Al final de esta primera temporada es cuando solemos recolectarla para el consumo. La almacenamos -colgada, en cajas, sobre una mesa, etc- y pasados unos meses, con la llegada de la primavera, vemos que el bulbo intenta brotar de nuevo. Pues bien, esto marca el inicio de la segunda parte del ciclo. Si la cebolla hubiera estado en la tierra habría emitido de nuevo las hojas y, en el momento oportuno, un tallo floral teminado por la inflorescencia que albergará las futuras semillas.

Por tanto, para obtener semillas de cebolla debemos dejar la planta en la tierra hasta que termine su ciclo y emita el tallo floral. Otra opción viable -aunque menos óptima- es que pongamos la cebolla en la tierra cuando veamos que intenta brotar. Le costará un poco más prender pero, si lo logra, podrá seguir adelante sin problemas.

También podemos intentar plantar una cebolla que nos regalen o una adquirida en un mercado o frutería. Si no ha sido tratada contra la germinación, nos dará sus semillas para poder iniciar un cultivo desde cero.

Sea de una o de otra forma, una vez emita el tallo floral, debemos estar atentos para protegerlo en caso de que vaya a hacer mucho viento, ya que podría partirlo o doblarlo. Podemos clavar en el suelo una serie de palos o varillas para atar los tallos y evitar que se sacudan de forma violenta cuando sople el viento. Es importante que las inflorescencias no se golpéen unas con otras o con objetos que haya cerca, sobre todo a partir del momento en el que las flores ya están abiertas. Así evitaremos perder flores y semillas.

Cómo saber cuando cosechar las semillas

Tenemos que prestar atención al color del tallo floral por debajo de la inflorescencia. Cuando las semillas estén totalmente formadas pasará del color verde a uno más amarillento. Es el momento de cortar -con mucho cuidado- el tallo unos 20 cm por debajo de las flores.

Extracción de las semillas

Ponemos los tallos cortados sobre una superficie absorbente -cartón, papel de periódico, paño, papel de cocina, etc- en un lugar donde le dé el sol y el viento. Por supuesto, que no se moje, ya que lo que queremos con este proceso es que las flores se terminen de secar.

Pasados unos días, veremos que el aspecto de la inflorescencia y del tallo ha cambiado. Aparentan más secos, de un color más grisáceo pálido. Ya están completamente secos.

En un recipiente desmenuzamos las flores con la mano. Podemos coger toda la inflorescencia y darle vueltas entre las dos manos para que, mediante el rozamiento, se vaya deshaciendo y caigan las semillas dentro del recipiente. 

Una vez tenemos todo bien deshecho ya podemos pasar a separar las semillas del resto de material. Para ello podemos dejar caer poco a poco la mezcla de un recipiente a otro soplando para echar fuera los desechos. Un método más rápido consiste en sumergir la mezcla en un bol con agua y remover. Las semillas fértiles caerán al fondo por su peso mientras que los restos y las semillas mal formadas flotarán. Si elegimos este último método, debemos retirar los restos de la superficie y verter el agua con las semillas en un colador o filtro. Solo resta ponerlas sobre un papel absorbente en un lugar ventilado para que se sequen bien. En un par de días estarán listas para almacenar.

Las introducimos en una bolsa o bote hermético y lo etiquetamos, al menos, con el nombre del cultivo, la variedad si la conocemos y la fecha en la que las cosechamos.

Ya podemos planificar nuestro semillero de cebollas para tener nuestro propio cultivo que, si seguimos recolectando semillas de las mejores plantas, poco a poco iremos obteniendo plantas adaptadas al ambiente de nuestro huerto, más resistentes y productivas.

CÓMO HACER UN SEMILLERO DE CEBOLLA

Si lo haces de esta manera es casi seguro que tendrás éxito al primer intento.