Cómo ahuyentar abejas sin matarlas
Más abajo hablaremos acerca de como distinguir una abeja de otros insectos, de por qué vienen a las casas o zonas habitadas por humanos, cómo evitar que vengan y cómo echarlas si ya están instaladas, pero antes es importante entender a estos beneficiosos y protegidos animalitos.
Antes de continuar, debo aclarar que la persona que escribe estas líneas, osea yo, soy apicultor aficionado desde hace varios años, tengo colmenas en el jardín, con decenas de miles de abejas cada una, y es raro que nos piquen, a nosotros o a nuestras mascotas. En cualquier caso, la información que daré en este artículo no debe tomarse como una recomendación o una incitación, sino como una explicación de mi experiencia y conocimiento sobre estos animales. Lo que decidas hacer con ella será tu responsabilidad o la de tu tutor legal.
Calma, las abejas no pican por placer
Existe muchos miles de especies de abejas, además de las que producen la popular miel, y la mayoría de ellas pueden picar en caso de que se sientan amenazadas.
Es muy importante entender esto: las abejas no atacan por placer o por molestar a los humanos, que es lo que muchas personas piensan, entrando en pánico al ver una cerca.
Suelen acercarse atraídas por olores, normalmente de cosas dulces, como un refresco o un perfume, con la única intención de encontrar algo de alimento. No es muy distinto a si una paloma va a comer las migas que se caen del bocadillo de alguien. Solo es un ser vivo alimentándose tranquilamente.
Se podría decir que el miedo a las abejas es en parte irracional, fruto de un desconocimiento, y que se puede aprender a controlar.
Picadura intencional
Nunca, nunca, nunca, una abeja va a venir con intención de picar a nadie, salvo que esa persona esté amenazando su vida o la de su "familia", o eso puede interpretar ella, por ejemplo porque alguien se ha acercado demasiado a su nido, o está produciendo vibraciones que llegan hasta él.
En definitiva, tienen el aguijón para defenderse de una amenaza, no para atacar, salvo casos especiales que no tienen que ver con los humanos.
El problema aparece cuando las personas desconocen lo que para las abejas puede ser una amenaza.
Picadura no intencional
Sí, las abejas también pueden picar "por error", y esto suele ocurrir cuando uno se cruza en la trayectoria de vuelo de estos insectos. En ese caso, chocan contra la persona y sacan su aguijón en respuesta al impacto, o al "susto".
Esas suelen picaduras leves porque el aguijón apenas penetra en la piel, aunque si la persona se asusta y le da un manotazo, entonces sí recibirá una buena picadura, de las dolorosas de verdad.
Otro caso bastante habitual se da cuando la abeja choca con el pelo de una persona y se enreda en él. Comienza a zumbar para liberarse, la persona se asusta y empieza a sacudirse el pelo enérgicamente. La abeja se siente amenazada y pica para defenderse.
Para evitar este tipo de picaduras, es importante no ponerse en medio de su trayectoria de vuelo, por ejemplo si están yendo a una planta del jardín, evitar colocarse entre la planta y la zona de la que llegan volando. Y si una abeja se enreda en el pelo, lo mejor es taparse la cara con las manos (ojos, nariz y boca) y esperar inmóvil a que se vaya. En cuanto pueda liberarse, se marchará.
Distinguir abejas de otros insectos
Es crucial saber si el insecto que ronda es un abeja u otra cosa, porque el comportamiento puede ser muy diferente, y por tanto el de la persona quizás también deba cambiar.
La cultura popular ofrece una imagen clara de las abejas, y es la de unos bichos peligrosos que conviene evitar. Esta es una imagen errónea de la abeja, tanto en su aspecto general como en su peligrosidad y carácter.
Muchas personas poco familiarizadas con este insecto, pueden confundirla fácilmente con moscas, avispas, abejorros , tábanos, y otros animales de aspecto relativamente similar.
Existen especies de abejas que viven de forma solitaria y otras que son sociales, formando grandes colonias de miles de individuos, como por ejemplo la abeja melífera.
En general, una abeja se distingue de otros insectos similares en lo siguiente:
- Tiene colores poco llamativos, predominando el negro o tonos marrón claro o grisáceo.
- Su cuerpo está recubierto de pelos cortos que se pueden apreciar a simple vista.
- Tamaño entre 1.5 y 2 cm y cuerpo bien proporcionado.
Otros insectos que suelen confundirse con abejas (en realidad son abejas rechonchas) son los abejorros, distinguibles por su cuerpo muy redondeado, muy peludo y por tener una franja gruesa de color blanco que no tienen las anteriores.
Como se puede ver en la fotografía anterior, las abejas son las que aparecen a la derecha del todo, y la que se encuentra en medio de las otras dos, que es la abeja melífera. Existen otras especies de abejas solitarias, pero suelen ser muy problemáticas.
Ahora que ya es posible distinguir unas de otras, conviene seguir hablando de las abejas. Si has visto que se trata de avispas y no de abejas, no te preocupes que también te servirá este artículo para ahuyentarlas.
Por qué vienen las abejas a la casa o el jardín
Las abejas salen de su colonia para buscar alimento, agua y otras sustancias que necesitan y que extraen de las plantas, o un nuevo refugio donde fundar otra colonia.
En general, cuando están buscando alimento, agua y otros productos, no suelen alejarse más de 3 kilómetros de su nido, y es poco frecuente que pasen de 1.5 km si encuentran lo que necesitan a menos de esa distancia.
Veamos estas 4 cosas en detalle.
En busca de alimento
El alimento de las abejas es de dos tipos: néctar y polen. Ambos se producen en la mayoría de las flores, y a veces en otras partes de algunas plantas.
El néctar es lo que les da energía para poder vivir como el pan, la pasta, el arroz o las patatas para las personas, por lo que es la principal fuente de alimento. Es esencialmente agua con azúcares y otras sustancias nutritivas.
En cambio, el polen son granos que se producen en los órganos masculinos de las flores (anteras) y que son ricos en proteínas, que las abejas necesitan para producir huevos y para alimentar a sus larvas en crecimiento, y así poder mantener o aumentar su colonia.
Por tanto, allí dónde haya plantas atractivas para las abejas, habrá abejas trabajando en ellas, siempre que cerca exista al menos una colonia.
En busca de agua
Otra cosa que las abejas necesitan es el agua. La utilizan para refrescar la colmena y para procesar sus alimentos.
Si hay una fuente o estanque en el jardín o cerca de casa, es muy probable que las abejas acudan a ella, si no tienen otra más cerca.
En busca de un nuevo hogar
Una de las causas por las que las abejas invaden en masa espacios donde habitan personas, es la enjambrazón. Este es un fenómeno natural que suele producirse en épocas de buen tiempo, y se debe a una división de la colonia madre. Parte de las abejas se quedan en la colonia y otras (junto con una reina) la abandonan para buscar otro lugar dónde formar una nueva colonia.
Mientras no encuentran un lugar apropiado, pueden formar una masa colgante de un árbol, pared, cornisa, balcón o incluso sobre el suelo.
¿Quiere decir que si viene un enjambre de abejas a mi jardín se va a quedar? No necesariamente. Puede que solo estén de paso, esperando a que las exploradoras regresen con la ubicación de un refugio adecuado. Entonces todas partirán.
Por ello es importante que en las viviendas, garajes, etc. no haya orificios ni grietas en la pared que den acceso al interior de tabiques, cámaras de ventilación, hueco de las persianas o falsos techos, ya que esos espacios amplios y cerrados suelen ser del agrado de las abejas, especialmente si ya hubo una colonia establecida en el mismo lugar.
✔ Cómo actuar de forma segura y sin que ninguna abeja sufra daños, conservando la calma en todo momento...
Evitar que vengan
Para ahuyentar, o mejor dicho, tratar de impedir que las abejas se acerquen a espacios frecuentados por personas, como la casa, el jardín, el lugar de trabajo, etc, hay que tener en cuenta lo siguiente:
✔ No plantar flores y otros vegetales que las atraigan al ser ricas fuentes de alimento para ellas. Si se observa que vienen por el agua, habría que evitar dejarla descubierta.
✔ Evitar dejar líquidos azucarados en el exterior o que estos se viertan en el suelo u otros lugares. Las abejas puede venir a recogerlos.
✔ Investigar si hay alguna colonia de abejas viviendo en algún hueco cercano: muros, techos, árboles huecos, etc, y si la hubiera llamar a un apicultor o a las autoridades para que la retiren.
✔ Averiguar si en el pasado hubo algún nido en el lugar, ya que las abejas suelen volver a ocupar el espacio que dejaron otras.
✔ Comprobar si existe un apiario cercano, e informarse acerca de su legalidad. Algunos apicultores poco ortodoxos suelen instalar sus colmenas en lugares para los que no cuentan con autorización.
En el caso de que las abejas ya hayan llegado, pueden darse las dos siguientes situaciones: enjambre posado o nido con panales.
Cómo "eliminar" un enjambre de abejas
Nunca se debe eliminar un enjambre de abejas a menos que no quede otra opción. Si se trata de la abeja melífera, se estará contribuyendo más aún al su declive, que ya es preocupante.
Conviene recordar que un enjambre es una agrupación numerosa de abejas que se ha posado en algún lugar y que aún no tiene hogar definitivo.
En estos casos, para evitar que el enjambre se establezca en cualquier agujero que encuentre, hay que llamar rápido a un apicultor ―las personas que se dedican a cuidar abejas y producir miel―, que estará encantado de acudir a recogerlo, ya que para él es algo muy valioso.
En caso de que no se localice ninguno, se puede llamar a emergencias o a los bomberos, y ellos verán qué hacer. En ningún caso debe molestarse el enjambre ni tratar de cogerlo a menos que se tenga experiencia haciéndolo.
Si ni unos ni otros se hacen cargo de su retirada, aún no está todo perdido. Los enjambres posados suelen marcharse después de unas horas o en cuanto les sea posible, así que si esta en un lugar en el que no molesta mucho, simplemente habrá que esperar a que se vaya. No causará ningún problema si se deja tranquilo.
La captura de un enjambre suele ser un proceso rápido y seguro, ya que las abejas suelen estar concentradas en un único racimo y no tienen capacidad ni intención de defenderse.
Nido con panales en casa
Esta es la peor situación, puesto que en este caso las abejas ya tienen un nido con panales y posiblemente cría a la que proteger. Esto hace que sean más agresivas, o mejor dicho defensivas, cuando son molestadas.
A esta dificultad suele sumarse otra aún peor: la ubicación de los panales con frecuencia es poco accesible, teniendo que desmontar estructuras o romper un trozo de pared, techo, chimenea, etc.
Al igual que en el caso anterior, para retirar un nido de abejas hay que llamar a un apicultor, o en su defecto a las autoridades. Normalmente suelen hacerlo los bomberos.
En cada región puede haber un protocolo de actuación diferente, por lo que lo mejor es consultar a los servicios de emergencia y ellos sabrán qué hacer.
Es de vital importancia no tapar el agujero por el que entran y salen las abejas, porque eso las condenaría seguramente a una muerte lenta y agónica, o quizás encontrarían otra salida que podría causar mayores problemas.
Una vez las hayan extraído, hay que asegurarse de que quitaron todos los restos de panal y que pintaron el lugar donde estaban con una pintura especial para evitar que permanezcan olores que podrían atraerlas de nuevo.
Ahora sí, ya se puede tapar el agujero y todos los que den al mismo hueco dónde anidaron. Para evitar un nuevo caso en el futuro, conviene revistar bien toda la casa en busca de espacios vacíos en los que puedan anidar.
Convivir con las abejas
No se puede terminar este artículo sin recordar de nuevo que las abejas son seres tranquilos, cuyo único objetivo es buscar alimento y perpetuarse como especie.
Nunca van a picar a una persona o una mascota si antes no han sido molestadas, ya que cada picadura supone la muerte de la abeja que pica. No es una cosa cualquiera para ellas., y no lo harán de forma gratuita.
El caso de las personas alérgicas es más delicado y preocupante. Un alérgico deberá mantenerse alejado de cualquier lugar que suponga un riesgo de picadura, aunque igualmente puede recibir una en cualquier momento, por ejemplo viajando con la ventanilla abierta, montando en moto, bici, quad, cogiendo una fruta del suelo, etc.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.