Cómo podar un níspero
Al igual que ocurre con cualquier árbol frutal ―excepto en plantaciones comerciales― es decisión del propietario podar el níspero o no, si bien la poda ofrece bastantes beneficios en relación con la facilidad de recolección, calidad y cantidad de fruta.
Si no se poda el níspero ocurrirá lo siguiente:
- Crecerá mucho en altura, quedando la fruta en una posición difícil de alcanzar.
- Dará muchos frutos de pequeño tamaño y algunas ramas pueden romperse debido al exceso de peso.
A lo largo de la vida del níspero japonés, serán cuatro los tipos de podas que se deben realizar, aunque siempre habrá que valorar la conveniencia de cada uno de ellos en función del estado de cada árbol.
Poda de formación
Como su nombre indica, consiste en aquellos trabajos de poda encaminados a lograr un determinado tamaño del árbol y estructura de la copa del níspero.
Se realiza desde que se planta el níspero hasta que este comienza a dar frutos, a los 3 ó 4 años.
Cada cual puede formar el níspero como más le guste, aunque su tendencia natural es la forma de pirámide, al igual que el peral. Cualquier otra forma requerirá de podas más frecuentes e intensas, ya que el árbol siempre tenderá a recuperar su forma predeterminada.
Uno de los aspectos más importantes de esta poda es la determinación de la altura de las primeras ramas, es decir, de la base de la copa. A más baja altura, la copa será más accesible, pero si el níspero se encuentra en un patio o jardín es recomendable formar la copa a más altura ―por ejemplo 1.5 metros― de forma que sea más cómo moverse por la zona, cortar el césped, limpiar, etc.
A partir de este primer e importante punto, lo siguiente que se debe hacer es seleccionar las ramas principales que van a formar el primer piso de la copa, podando aquellas peor formadas o mal orientadas.
Más tarde, cuando el pequeño níspero crezca en altura, hay que realizar la selección de las ramas del segundo piso de la pirámide. Este piso debe quedar unos 40 ó 50 cm por encima del inferior (midiendo desde la inserción en el tallo)
Esta operación se realiza en otro piso más o dos, lo que finalmente daría un total de 3 ó 4 niveles de ramas principales (las que salen del tallo)
Con esto se daría por terminada la poda de formación del níspero, quedando como resultado de ella un árbol de copa piramidal y compacta.
Aquí hablamos de las épocas de poda en función del estado del árbol y el clima.
Poda de fructificación
Se comienza a realizar una vez que el níspero entra en producción y consiste en la eliminación de los extremos de las ramas que han dado fruto, así como de aquellas que crecen en posición muy vertical (chupones)
Hay que tener mucho cuidado de no excederse cortando, ya que no conviene dejar la copa muy despoblada, puesto que los rayos solares son muy dañinos para la corteza de las ramas y el tronco del níspero.
Poda de aclareo
Esta se debe realizar si se desean obtener frutos de buen tamaño aunque en menor número, reduciendo la carga del árbol para que pueda concentrar su energía exclusivamente en aquellos que seleccionemos.
Se divide a su vez en tres fases que se conviene ejecutar.
Poda de ramos
Las flores del níspero aparecen en racimos principales de los que salen otros secundarios. Se deben eliminar los secundarios, dejando solo el principal.
Poda de flores
El ramo principal que se ha dejado en la fase anterior tendrá aún muchas flores, que si todas son fecundadas y cuajan, el resultado será demasiados frutos. Es por esta razón que se deja solo el tercio inferior de la flor, cortando la parte superior.
Poda de frutos
Finalmente, una vez que han cuajado los frutos, habrá que seleccionar los mejores de cada ramo y eliminar el resto. Dejar más o menos depende de lo que se espere del árbol.
Poda de renovación
Por último, los nísperos de cierta edad tienden a producir menos frutos. Esto es debido a que las ramas envejecen, pierden vigor y no son capaces de suministrar los nutrientes necesarios para la fructificación.
En este punto se plantean dos opciones normalmente: arrancar el árbol y plantar otro en su sitio, o realizar una poda de renovación para favorecer que surjan nuevas ramas, cuyo vigor dará lugar a buenas producciones de fruta nuevamente.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.