Cómo injertar un níspero
Aunque es posible germinar semillas de níspero y obtener plantas sanas que producirán frutos después de no muchos años, nunca se podrá saber con certeza si esas frutas serán apetecibles, si tendrán escaso sabor o incluso desagradable.
Existen testimonios de personas que han sembrado semillas de níspero comprado en frutería, y después de esperar a que los árboles se desarrollaran, afirmaron que el sabor de los frutos fue igual o muy parecido al del níspero original, sin embargo su tamaño era inferior.
Para evitar toda esta incertidumbre se recurre al injerto, es decir, a poner una púa o yema de un árbol que produce buenos frutos, en otro níspero nacido de semilla, o incluso en otros árboles de diferente especie, como se explica a continuación. Si la operación resulta exitosa, del injerto brotará un clon del árbol donante de la púa o yema, y por tanto, dará frutos idénticos.
Patrones compatibles
● Níspero franco, es decir, un níspero japonés obtenido a partir de la siembra de semillas. Este patrón suele dar lugar a un árbol muy vigoroso, por lo que no es recomendable cuando se dispone de poco espacio o se desea un frutal más bajo y contenido.
● Membrillero (Cydonia oblonga), franco o de cualquier variedad, dará lugar a un árbol de pequeño porte.
● Espino (Crataegus sp.), proporciona algo más de vigor que el membrillero pero menos que el níspero franco.
Es posible que se dé cierta compatibilidad con otras especies de la familia de las rosáceas, como el peral, el nashi, el níspero europeo o incluso el serbal, aunque habría que hacer pruebas para afirmarlo con certeza.
Mejores épocas de injerto
Para los injertos de púa, mejor al comienzo de la primavera, preferiblemente con púas cortadas en invierno y guardadas en el frigorífico, envueltas en un paño húmedo y dentro de una bolsa de plástico con unos pequeños agujeros.
En cambio, para los de yema la mejor época suele ser a mediados del verano, una vez que las varetas del año se han agostado (endurecido) lo suficiente, aunque son posible en cualquier momento en el que haya movimiento de savia.
En aquellos que es necesario despegar la corteza, como en el de chapa o en el de escudete, hay que ejecutarlos cuando eso sea posible.
Técnicas de injerto
Al igual que en otras especies frutales del mismo género, como es el caso del manzano, el peral o el membrillo, pueden emplearse diferentes tipos de injertos según sea necesario, aunque de entre todos ellos, los mencionados a continuación son quizás los más utilizados para el injerto del níspero japonés.
Injerto de chapa
Hay que hacerlo cuando la corteza del níspero y del patrón se despegan con facilidad de la madera. Si esto no ocurre, es mejor no intentarlo porque no resultará.
Como la corteza del níspero es bastante gruesa, si se va a injertar sobre un patrón diferente al níspero japonés, entonces habrá que hacerlo en un tallo más grueso que la vareta de la que se va a sacar la chapa, a fin de que el grosor de ambas cortezas sea similar.
Injerto de chip
Se trata de una técnica híbrida entre púa y yema, muy apropiada cuando el diámetro del tallo a injertar (patrón) y de la vareta donante (injerto) son similares.
Tiene que practicarse cuando hay movimiento de savia aunque sea escaso, para que el chip insertado sea alimentado y no se seque. A partir de comienzos de la primavera y hasta finales del verano o inicios del otoño, es posible realizarlo, pero hay que evitar los calores y fríos intensos.
En el enlace mostrado a continuación, se puede ver la descripción detallada de esta técnica y su ejecución.
Injerto de escudete
Uno de los injertos de yema más populares, que para el caso del níspero conviene realizarlo a mediados del verano, utilizando para ello una púa del año, es decir, de madera joven, de la que se extraerán las yemas para injertarlas en el patrón elegido.
Como se trata de una técnica básica de aplicación general, y como ya ha sido explicada en un artículo específico, se enlaza a continuación para consultarla allí directamente.
Injerto de corona
Uno de los injertos de púa más sencillos, útil cuando el diámetro del patrón es de entre mayor a 5 cm, aproximadamente.
Tiene que practicarse preferiblemente a comienzos de la primavera, cuando el níspero comience a recuperar la actividad. Las púas hay que deshojarlas dejando un trozo del peciolo de cada hoja. Esto alargará la vida de la púa y mejorará el porcentaje de éxito del injerto.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.