Semillas de ortiga, dónde y cómo conseguirlas
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Las semillas de ortiga se pueden conseguir principalmente de tres formas:
1 Buscar plantas de ortiga en las cercanías del huerto. Suelen crecer en suelos muy fértiles de zonas habitadas, casas o granjas abandonadas, allí dónde hubo depositado estiércol, compost o dónde se vertieron purines, orina o en salidas de desagües. Huertos o patios abandonados suelen ser buenos lugares para buscarlas
Las ortigas no tienen semillas todo el año, solo a partir de la última parte de la primavera y a lo largo del verano, pero esto último solo si han sido cortadas y tuvieron que rebrotar.
El resto del año no se debe perder el tiempo buscándolas, a menos que se quiera cavar un poco para arrancarlas de raíz y plantarlas en el huerto. Esto nada tiene que ver con las semillas, pero es otra forma de comenzar su cultivo.
2 Pedir las semillas a un conocido que tenga ortigas en su finca o que sepa dónde conseguirlas.
3 Comprar semillas de ortiga en Amazon, una opción fácil y sin moverse de casa.
En climas frescos y húmedos, la primera opción será la que más gente elija, mientas que en el resto de lugares, la tercera será la más adecuada.
En general, las semillas vendidas a través de internet en comercios oficiales como Amazon, suelen tener suficientes garantías, aunque siempre es importante revisar las opiniones de los usuarios para comprobar si les han servido o no.
Semillas de ortigaMuchas opciones de compra para conseguir las ansiadas semillas de esta popular plantaVer en Amazon
Otra recomendación importante es no fiarse de opiniones negativas que están solas, es decir, si no hay otras opiniones de usuarios para comparar. A veces puede ocurrir que alguien sin experiencia compre unas semillas y no las siembre en la época ni de la forma correcta.
Si no se tiene mucha información de otros usuarios, entonces es mejor comprar varios sobres de semillas de marcas diferentes, dado que se trata de artículos bastante baratos.
En el enlace adjunto se pueden ver varias opciones de compra de semillas de ortiga, con diferentes precios, para que cada cuál elija la que más le guste.
Se recomienda encarecidamente averiguar si las ortigas son naturales de la zona dónde uno vive. Si no lo fueran, puede ser peligroso para el medio ambiente sembrarlas, ya que podrían convertirse en una especie invasora, como ha ocurrido en el pasado con otras plantas.