Poda de la lavanda
La lavanda suele requerir de dos podas anuales que contribuirán a mantener una forma armoniosa y cuidada, muy agradable a la vista.
ⓘ Más abajo tienes un vídeo sobre cómo podarla muy fácilmente.
Se trata de una planta que se desarrolla de forma óptima a pleno sol. Las partes de la lavanda que quedan a la sombra, suelen perder las hojas, tomando un aspecto despoblado y antiestético.
Si está mal ubicada, requerirá de podas más intensas para tratar de corregir la falta de luminosidad, por lo que es muy importante buscarle un lugar adecuado en el huerto o jardín.
Cuándo podar la lavanda
✔ En este otro artículo hablamos más concretamente de las épocas en las que realizar las podas y si es necesario o no hacerlas...
Poda de verano
Se realiza a finales del verano o principios del otoño, y consiste en eliminar los tallos que han dado flor, cortándolos por encima del primer nivel de hojas ―sin eliminar ninguna hoja― o por debajo de este, según convenga.
En los tallos más cortos se corta solo la flor, mientras que en los más largos se debe cortar también el primer nivel de hojas, de forma que se compense la longitud de unos y de otros.
Se pueden ir podando las flores a medida que se secan, o cortarlas todas a un tiempo ―secas y no secas― para simplificar el trabajo.
Estas flores secas se pueden emplear como decoración o ambientación, y también para extraer sus semillas, con las que obtener nuevas plantas de lavanda sembrándolas en primavera.
Poda de primavera
A principios de primavera se debe corregir la forma de la lavanda mediante una poda de mantenimiento o de formación, si la planta es joven.
En plantas jóvenes, es conveniente cortar en primavera los tallos que no han florecido, por la base de estos, y el resto a la mitad de su longitud, estimulando la ramificación y el vigor, tomando una forma globosa muy estética.
A medida que se hace más vieja, la lavanda tiende a perder las hojas en las zonas poco iluminadas del interior de la copa y de la parte baja de los tallos, adquiriendo un aspecto poco estético. Para evitarlo, se deben rebajar unos centímetros los extremos de todas las ramas, para favorecer que la copa se vuelva más densa.
Si tiene un aspecto despoblado cerca de la base y una forma estirada ―síntoma de vejez o falta de luz en algunas zonas― habrá que realizar una poda más intensa para tratar de corregir este desequilibrio y renovar la copa, favoreciendo la aparición de nuevas ramas.
Se comienza eliminando las hojas secas del interior de la copa y las ramas que se salen de forma deseada. Seguidamente se cortan algunas ramas de la parte más densa, de forma que la luz llegue mejor al interior de la planta.
Siempre han de quedar hojas en la planta, para que esta pueda continuar captando la luz solar. Si se eliminan todas la lavanda puede secarse irremediablemente.
El material cortado se puede emplear para realizar esquejes, con el objetivo de obtener nuevas plantas, que pueden ser necesarias para sustituir una que muera o esté muy estropeada.
Esquejes de lavanda
✔ Así es como conseguimos más de 100 plantas de lavanda a partir de una pequeña rama inicial. No tires los restos de poda!...
A continuación te dejamos un vídeo en el que se explica bastante bien cómo realizar las dos podas que tratamos en este artículo.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.